viernes, 15 de mayo de 2009

Retrato literario

..."Clairwil era alta, de cabello castaño y proporciones maravillosas; tenia ojos negros que ardían oscuramente en su pálido rostro; sus labios eran gruesos y sensuales; un aire majestuoso emanaba de todo su ser. A aquelas magníficas cualidades físicas agregaba una inteligencia sin igual. Dominaba el inglés y el italiano, como si se tratase del fracés; era actriz y bailarina de gran talento, podía hablar perfectamnete y por mucho tiempo de cualquiera de las disciplinas académicas, desde ciencia hasta filosofía. Era poetista, cantante, maravillosa pianista y experta en asuntos de política.
Clairwil llevaba cinco años viuda, porque su esposo había encontado la muerte en sus manos. No tenía hijos; en realidad, aborrecía a los niños más que cualquier mujer a quién yo haya conocido. En cuanto al resto de su actitud frente a la humanidad, podría resumirse en una palabra: indiferencia. Tal y como ella misma lo expresó:
-Mi alma está encallecida, es impasible. Soy una criatura totalmente egocentrista; mi mente es mi guía principal y mi corazón está tallado en piedra. Amo los vicios, desprecio las virtudes y por ecima de todo busco lo que puede hacerme feliz o atenuar mis dolores. Haría estallar una bomba en un hospial si al hacerlo se aliviara un poco mi jaqueca..."...

Juliette
Obras escogidas del Marques de Sade

No hay comentarios:

Publicar un comentario